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jueves, 19 de junio de 2008

5 Biografías de Líderes Educativos:

Juan Jacobo Rousseau (1712-1778)



Juan Jacobo Rousseau, en definitiva un gran líder que contribuyó a la configuración de esta sociedad, consideró que en el mundo que se estaba conformando en esa época los hombres deberían abandonar su papel de siervos para convertirse en ciudadanos libres, dueños de su destino y detentadores de la soberanía.



Se elige a Rousseau como una figura de liderazgo, pues ha sido un personaje que ha tenido credibilidad, aceptación y respeto, no sólo en el ámbito educativo sino también político y filosófico, al igual que Aristóteles, Rousseau consideraba a la educación como el camino idóneo para formar ciudadanos libres conscientes de sus derechos y deberes en el nuevo mundo que se estaba gestando. Pero él se dio cuenta de que el sistema educativo imperante era incapaz de llevar a cabo esta labor, por ello sienta las bases de una nueva enseñanza.


El líder es innovador, Rousseau con su obra el Emilio (1762) definió los nuevos fundamentos para una pedagogía renovada, establece las características de la educación para una sociedad integrada por ciudadanos libres, que participan y deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos: "las ideas centrales de Rousseau son una respuesta a la necesidad de formar un nuevo hombre para una nueva sociedad."
Uno de los principales aportes que realizó Rousseau fue señalar que el niño es "un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño"
A partir de esta idea Rousseau señala la necesidad de replantear los métodos de enseñanza imperantes que consideran al niño como si fuera un adulto más, asumiendo con ello que comparten intereses, habilidades, necesidades y capacidades.
El pensamiento de Rousseau es muestra de un gran liderazgo, un guía que crece y hace crecer a su gente, Rousseau logró el progreso del mundo entero con sus ideales.




María Montessori (1870-1952)


Se dice que el verdadero líder antepone sus intereses personales por el bien común, es quien brinda lo mejor de sí a la sociedad y Maria Montessori así lo hizo, es un claro ejemplo de líder educativo, renovó la enseñanza, incidiendo primeramente en escuelas Italianas y más tarde en todo el mundo.

A pesar de las adversidades del tiempo tales como la guerra civil española, las acciones drásticas que tomaron Mussolini y Hitler al mandar cerrar todas las escuelas basadas en el método Montessori, esto por que María no quiso colaborar con sus planes bélicos pues ella partía de una filosofía humanista y libre; Montessori siguió adelante trabajando, estudiando y difundiendo su filosofía pues tenía un gran propósito: demostrar al mundo entero que “El niño necesita ser reconocido respetado y ayudado. El niño es el padre del hombre” decía María Montessori.

La gran líder educativa nació el 31 de agosto de 1870 en Chiaravalle, provincia de Ancona, Italia ; en el seno de una familia burguesa católica, falleciendo en Holanda en 1952, a los 82 años de edad. Su madre fue Renilde Stoppani, mientras que su padre Alessandro Montessori era militar de profesión y muy estricto.

Cabe señalar que en esa época a lo que más aspiraba la mujer era a ser maestra, a pesar de los limitantes Montessori estudia ingeniería a los 14 años, luego biología y por último es aceptada en la Universidad de Roma, en la escuela de Medicina. A pesar de que su padre se opuso al principio, se graduó en 1896 como la primera mujer médico en Italia. Fue miembro de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Roma, más tarde, estudia Antropología y obtiene un doctorado en Filosofía, época en la que asiste a uno de los primeros cursos de psicología experimental; desarrolló su propia clasificación de enfermedades mentales.
Sin lugar a duda, María Montessori rompió con varios esquemas tradicionales de la sociedad de la época, no sólo es ejemplo de líder educativo, sino que además es modelo a seguir de toda mujer, su actitud emprendedora, desafiante, humanista, valiente y leal a sus sueños y propósitos, plantea retos y desde luego nos contagia de esa pasión que ella mostró hacia la vida, el niño, la educación y el papel de la mujer en la sociedad.


Rosaura Zapata (1898-1963)

Se dice que el líder es capaz de convertir una visión en una realidad; la maestra Rosaura Zapata Castro, convirtió el sueño de crear Jardines de Niños, basados en las ideas de Enrique Pestalozzi y Federio Froebel, en una realidad mexicana.
Fue pionera de la creación de los llamados Jardines de Niños en México, en 1904 viajó a Europa, estuvo en Alemania, Francia, Bélgica, Suiza e Inglaterra, visitó los jardines de niños creados por Enrique Pestalozzi y Federio Froebel y sólo con el sueño de ayudar a su comunidad regresó a México en 1906 y se dio a la tarea de incrementar la creación de más escuelas, elaborando programas, apuntes, ideando juegos educativos y seleccionando textos escolares. La semilla que Rosaura sembró, germinó en gran parte del país.
La profesora con el objeto de conducir a sus colegas organizó cursos de capacitación por toda la República, gracias a su intervención se creó el Instituto de Información Educativa Preescolar para unificar la formación de las educadoras. Participó en todos los congresos panamericanos del niño, sobresaliendo por sus propuestas en el celebrado en 1942 en la ciudad de Washington.
La profesora Zapata nació en La Paz capital del actual estado de Baja California Sur. Estudió en la ciudad de México, en 1898 obtuvo el título de profesora. También estudio psicología y pedagogía en la Universidad Nacional; la pionera de la educación lúdica murió en la ciudad de México el 23 de julio de 1963, dejando una gran huella en la educación mexicana.

Escrito reflexivo respecto a la lectura: “Tres principios de la acción educativa”.

Reflexionar en torno a la intervención educativa, implica abrir la mirada hacia diferentes direcciones; después de leer y analizar la lectura “Tres principios de la acción educativa”, es posible ver a la intervención docente como una relación de ayuda cuya meta es la autoayuda, es decir, una educación basada en la conformación de alumnos autónomos, aptos para tomar decisiones por si solos, de decidir, criticar e interactuar en el mundo de forma responsable y libre.

Es posible pensar a la intervención como una forma de influencia capaz de “producir ciertos efectos en algo o en alguien”, Gonzales J. L. y Carbajo, F. (2005), como una influencia mutua entre el educador y el educando donde ambas partes se comprometen y se suscita una libre adhesión del educando hacia con el docente, desde esta perspectiva se ve a la intervención como una tarea conjunta en la que el docente es capaz de prestar ayuda con autoridad y cooperación.

La autoridad es el ingrediente necesario para llevar a cabo una acción educativa, entendiéndola como una forma de ayuda asertiva, eficaz y formativa, el acierto surge en el momento en el que se ejerce autoridad justo en el tiempo y la forma idónea, la eficacia se entiende cuando resulta significativa, cuando realmente propicia un cambio, una reflexión y el aspecto formativo de la autoridad porque promueve una actitud positiva, impulsada por la libertad y la voluntad del educando.
Al aceptar el compromiso de ser maestros estamos asumiendo a su vez una responsabilidad social que implica actuar con creatividad, que demanda al docente descubrir su estilo personal de intervención tomando como base el deseo de ayudar a sus educandos proporcionándoles las herramientas necesarias para que puedan valerse por si mismos, la intervención educativa demanda innovación, implica una actitud critica y una mente abierta.

La nueva tarea de la escuela mexicana y el papel del profesor como colaborador de ese proyecto.

La sociedad en su carácter dinámico día a día exige innovaciones en distintos ámbitos (social, familiar, educativo, político…); el presente escrito se centrará en la transformación de la escuela mexicana y los nuevos retos que actualmente debe enfrentar, así como en el replanteamiento del rol docente que a su vez lleva consigo.

Pero, ¿Qué es lo que se debe enseñarse en la escuela del siglo XXI?, como lo mencionaba Edgar Morin (1999), desde luego que no un conjunto de asignaturas sino saberes que ayudan a construir una mejor sociedad, el reto es educar para la vida, enseñar al hombre ha adaptarse en este mundo cambiante pero también ha adecuar el mundo a sus expectaciones.

El hombre debe aprender a trasformar la humanidad a través de la búsqueda de la verdad y de un actuar justo, la nueva tarea educativa es enseñar a enfrentar la incertidumbre, se propone una enseñanza basada en la comprensión entre personas, en la superación del individualismo donde coexista la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.

En esta transformación el profesor juega un nuevo papel, se le reconoce como un sujeto con una multiplicidad de tareas: investigador, pedagogo, psicólogo, líder, gestor del cambio…, se exige un rol docente que si bien es cierto es más complejo también resulta más interesante, más desafiante pues el educador del futuro tiene que ser competente, innovador, propositivo, capaz de romper con las rutinas y tradiciones de la escuela antigua, capaz de cuestionarse a sí mismo y establecer un equilibrio entre lo permanente y lo cambiante del mundo actual.

La nueva tarea de la escuela mexicana es forjar un mundo mejor cuya base sea la justicia, autonomía, la solidaridad y el papel del profesor es el líder de ese proceso de cambio.

INFORME FINAL TALLER INVESTIGACIÓN –ACCIÓN

Después de llevar acabo un análisis de mi hacer profesional, poniendo en práctica habilidades tales como la observación, comparación, reflexión y el planteamiento de ideas, se ha logrado identificar una situación problemática como resultado de los cuestionamientos planteados en torno a lo que acontece en mi realidad áulica. Con la finalidad de realizar una delimitación clara, expondré brevemente la situación que en lo personal ha causado inquietud.

Como docente del nivel preescolar, se esta viviendo la puesta en práctica de la nueva reforma educativa, la cual tiene como propósito desarrollar en los niños competencias que les permitan integrarse asertivamente en el mundo actual, se propone una nueva configuración de la práctica educativa que promueva el desarrollo de capacidades y potencialidades, el desarrollo de la autonomía, la reflexión, la construcción del aprendizaje desde un punto de vista critico, creativo y eficaz.

El actual programa resulta interesante, sin embargo, cabe reconocer que han sido muchos los retos y las dificultades a las que me he enfrentado al aplicar la propuesta educativa, pues aún existen “tradiciones” que no es fácil erradicar; algunos padres de familia perciben al nivel preescolar como un propedéutico de la escuela primaria, carente de propósitos propios; consideran que en el Jardín de Niños se debe enseñar manualidades, actividades de coordinación motriz, trabajos que no van más allá del control motor.

Los padres de familia exigen un trabajo basado en un enfoque un tanto tradicionalista; consideran que su colaboración en las actividades del Jardín solo tiene que ver con aspectos económicos, cuando en realidad los padres de familia juegan un papel muy importante en el trabajo del grupo.

Con la intención de generar un cambio y desarrollar una práctica reflexiva de trabajo en conjunto, surge la siguiente pregunta: ¿Cómo lograr que los padres de familia participen en el proceso de enseñanza-aprendizaje que propone el nuevo programa del nivel preescolar?
Como es posible percatarse, el interés por incluir colaborativamente a los tutores familiares en el proceso de enseñanza-aprendizaje que propone el programa de educación preescolar, es el hilo conductor de este proceso de indagación.

Con la finalidad de hacer una descripción y explicación comprensiva de la situación se lleva a cabo el diagnóstico, espacio en el cual se describirá cómo es el problema a investigar, se dará un explicación del por que se considera problema y finalmente se expresará cómo debería ser la situación expuesta.

Empecemos dibujando el contexto en el que se inscribe la problemática; Totolapan, Morelos, lugar donde se desarrolla la situación, es un poblado rodeado por cerros, sus calles empedradas y sus casas de adobe inspiran tranquilidad, a pesar de ser municipio tiene esencia de pueblo, la gente del lugar interactúa mucho con la naturaleza le tienen respeto y cuidado, la población es entregada a sus creencias y costumbres.

Dentro de ese clima de serenidad se encuentra ubicado el Jardín de Niños “Judith López de Nava” una escuela de organización completa conformada por seis grupos de los cuales cuatro de ellos corresponden al grado de 3° y dos a los grados de 2°, pero el tema de interés se ha originado en el aula de “3° D”, la cual se encuentra conformada por 12 niñas y 13 niños de entre 5 y 6 años de edad.

Los padres de familia de la mayoría de los pequeños son jóvenes tienen entre 24 y 32 años de edad, cuentan con una escolaridad promedio de nivel secundaria, gran parte de las madres se dedican al hogar y los padres a la siembra y ganadería; las familias se encuentran estructuradas por mamá y papá y la mayoría de ellas comparten vivienda con abuelos, tíos y primos.

Ahora bien, después de pintar el escenario, expongamos como se percibe el problema dentro del aula.

En el hacer profesional diario, he podido identificar comentarios que dan muestra de las nociones que los tutores familiares tienen respecto al nivel preescolar, algunos consideran que el Jardín de Niños es un espacio de entretenimiento y cuidado en el cual el aprendizaje no resulta significativo pues “solo se va a jugar”, como lo externan.

Otros más conciben a la institución como un curso propedéutico del nivel primaria, en el cual el único propósito es preparar al niño para su incorporación al siguiente grado educativo, por lo tanto, piensan que el proceso enseñanza- aprendizaje se debe centrar en actividades de preparación las cuales carecen de sentido pedagógico tales como la memorización de las letras, los números, colores, en actividades de coordinación motriz como las planas y ejercicios de caligrafía los cuales solamente contribuyen a forjar niños memorísticos y repetidores como si fuesen grabadoras, pues no se le permite cuestionar.

Pero estas concepciones que los padres de familia han construido respecto al nivel preescolar están en relación con la experiencia escolar que han vivenciado; al hacer un análisis de las entrevistas aplicadas al principio del año escolar con la intención de conocer a las familias y las expectativas que tienen del Jardín, es posible ver entre líneas que los papás asistieron a una escuela tradicionalista, donde el lenguaje escrito se enseñaba por memorización más que por comprensión, en donde el análisis y el cuestionamiento no tenía lugar, una escuela de obediencia y hasta cierto punto de miedos, y esa misma escuela desean que nuevamente se repita, “ Si no le obedece maestra, péguele, así me formaron a mi y soy lo que soy” dice la mamá de Brayan con cierto orgullo; “Yo estoy al pendiente de la educación de Lolita siempre cumplo con el material que usted apunta”, expresa la mamá de Dolores.

Pero, la escuela ha evolucionado, el nuevo programa propone un trabajo escolar dentro de un marco de colaboración entre escuela y padres distinto al que los papás vivieron, y es en este punto donde se encuentra el meollo del asunto que se torna problemática.

Pues los tutores familiares del aula de estudio, entienden que su participación sólo se debe centrar a contribuciones económicas, a construir y reparar material, a organizar fiestas escolares y ha cumplir con el material que se pide en el Jardín. Los tutores familiares desconocen el verdadero sentido de la educación preescolar, desean contribuir, sin embargo, lo hacen desde el referente que ellos han conformado.

Esta claro que la labor de los papás es mucho más amplia y sustancial de lo que ellos mismos creen, su participación puede ser desde lo económico hasta lo didáctico- pedagógico, hoy se intenta que exista “una verdadera colaboración en la que las relaciones entre padres y profesores sean abiertas al tiempo que respetan la autoridad” Hargreaves, A. (1999).

Como docente se pretende que los padres de familia reflexionen sobre su participación en el Jardín de Niños, se sientan parte importante en este proceso de enseñanza aprendizaje y se vean como una complementariedad del trabajo que se lleva a cabo en el aula.

La escuela tiene que ser permeable a las expectativas e ideas de los padres, debe fluir un aprendizaje recíproco entre padres y docentes y para ello es necesario que juntos compartan, aprendan y comprendan el propósito que plantea el nivel preescolar, para que en colaboración se enriquezca la práctica educativa desde el marco que propone la nueva reforma, entendiendo a la participación como el “aportar conocimiento a la tarea compartida de construir y reconstruir los saberes.” D´Angelo, E. & Medina, A. (1999, Agosto).

Con el desarrollo de este proyecto investigativo se ambiciona construir una escuela distinta a la que vivieron los padres de familia, una escuela innovadora, incluyente de diversidades y puntos de vista.

Se pretende ayudar a los padres a sorprenderse de los logros que los chicos viven al comprender un texto, al construir críticamente el sistema numérico, al realizar expresiones pictóricas únicas, al formular las explicaciones acerca del mundo natural y social; ayudarlos a maravillarse del proceso que los niños llevan a cabo cuando se van conformando como seres autónomos, reflexivos e innovadores, pues tal como lo expresa Tonnucci, F. (2002), “Si se quiere proponer una escuela distinta … habrá que ayudar a los padres a entenderlo”

En este proceso de enseñanza- aprendizaje basado en la potenciación de competencias no se puede ir solo, como docente es necesario la participación de los padres de familia, ya que tanto padres como educadores compartimos un mismo fin: contribuir a la formación integral de los niños, por ello debemos trabajar en equipo.

La nueva escuela que presenta el actual programa de educación preescolar propone prioritariamente conformar seres autónomos y libres, su función consiste en promover en los niños competencias afectivas, sociales y cognitivas, lo cual implica incluir a las familias, cuidando mantener como profesores la autoridad que confiere la experiencia y a los padres otorgando el lugar que merecen, como colaboradores asiduos en el proceso de aprendizaje.

Esta investigación tiene como objetivo convertir a los padres de familia en parte de la solución, y no solo de la problemática, intento que los tutores familiares se sientan incluidos en el hacer áulico, que sean capaces de apreciar la educación desde el nuevo enfoque y participen valorando en que momento su participación es útil y cuando intrusiva.
Pretendo como lo menciona Latorre, A. (2005). “Desarrollar una práctica reflexiva” pues esa es una de las metas de la investigación- acción.